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testigo en Cristo

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eLibro 21, 1/4

testigo en Cristo


autor: fhilos indudabbas

obra: Cristo de la Noble Muerte

títulos y transformaciones: pan de Dios y Sangre de dios. tomo 1.


registros:

ISBN: 978-84-19281-02-9

contiene 1543 versículos; [1-34. 1-1509].

periodo de construcción o lapso abarcado: 1973-2020.

fecha de firma (concluida la obra por el autor): 15/11/2020.

publicado: 15/04/2022.


leer versículos


21,1: 0026

 

[...], si el amor es pedir lo mismo que se da, tremenda tragedia. el amor es dar independencia a lo que se ama hasta sentirse libre de tener que amar.

 

21,1: 0035

 

en dios, el Cristo, se vela la confidencia hasta dolerse y trabajarse entre las distancias evolutivas del ente que llora infinitamente y encrudece consentir juicios sobre las virtudes del ser que se conciencia luz de lo escogido.

 

21,1: 0050

 

en cada rutina del muro de piedra seca se contiene no frenar el Milagro.

es de noble fama el Cristo de Piedra en la Plaza de épocas jamás olvidadas.

 

21,1: 0088

 

a Ti, “Ecce Homo, [...], he aquí el Hombre”. Cabeza invisible, Iglesia, Cristo Mental que sublimas sin ego las posturas que encierran seguimientos hacia la Unidad Querube, sin importar tiempos ni sazones hasta la llegada diversa que culminará del Padre, para siempre y no jamás.

 

21,1: 0098

 

el Reo de la Cruz no es necesario, al presentarlo, alterarlo.

el reo de la información cabe comunicarlo bajo las adaptaciones a los entendimientos cristos de los cambios.

 

21,1: 0116-0117

 

voceros del Amor se llena el Beso y la franca Vibración de lo in-eterno o temporero que ensueña despertar Jardín inverso.

Inverso el Despertar que ha de Ser Puro Resurgir a lo Aunado, el Padre y los Hijos a los Versos.

 

21,1: 0199

 

somos los errados del Pecado y henos más perdidos que tu Suerte de Vivo ante la Muerte, enamorado.

[...], a mí, sí, a mí de aunado al mismo acontecer se resuelve, no busco otra ocasión que ser lo perdonado en todo el suceder del cuerpo tan obrado, causado hasta el Perdón clemencias del Amado.

 

21,1: 0246

 

en esta escala adivinatoria de la gloria de dios se advierte el desarrollo al Oficio [...], a no más que fe ubicada en la Sabiduría dogmática de la Vida Eterna en su Única Certeza.

 

21,1: 0271

 

Cristo de la Pasión.

en cada incertidumbre filosófica del Ente al Beso se destila qué argumento de incienso ritualizado. por supuesto, la tristeza viviente surge del flagelo en horizontes nuevos.

 

21,1: 0281

 

averiguadamente cristo juega, mueve ficha, y Cristo Espera.

¿quién acaba?... nada acaba.

[...], todo es sueño destilando el sentido y la voluntad a la recreación dualista del dominio.

nada más certero y hábil se consciencia que la inteligencia obstinada a ser conciencia.

 

21,1: 0300

 

todo concepto es un muro, una forma, un límite, un engaño que nos aleja del único Sentido.

la fe es destructora del muro y constructora de la Unidad simple.

[...], a modo de tu Bien bien me consigues.

 

21,1: 0308

 

de la unidad aclarativa se cosifica el poder memorial del Reino; entregas de Pasión y Gracia, obra en fundamento de la fe a la Fe, sintetizando el Vía Crucis de la reflexión en Mesías Sacro y Monje Maestro, el Cristiano Cáliz de la Sangre que bien se confirma el aguante y la insigne simpleza dogmática.

 

21,1: 0371

 

servir es honrar a Dios, a razón de lo cual no hay nada que temer, salvo cumplir en el Bien.

[...], el Gozo de Dios no difama a las pruebas de la Obra, las realza.

 

21,1: 0383

 

la Noche se Sentía Dueña de estrellas y astros.

¡qué Raro se Vino el Día, Telón de Luz al Teatro!

no hay Héroe cristalino en la luz de lo afamado.

no hay cobardes en el paso sin Sitio a lo encontrado.

oh, mi dios, Cristo donado a los cristos.

 

21,1: 0456

 

seamos prácticos, connaturales con todos los cristos. en definitiva, necesarios, ya que cuando el pasaje o sendero se acorta o se acaba, la fe del Alma hace el puente a la Fe.

 

21,1: 0457

 

buscamos la luz trascendental de la existencia benigna, por ciegos, en la costumbre maligna, y recaemos con el casi siempre reflejo del ámbito que asume solamente las apariencias.

 

21,1: 0465

 

[...], es tanta la Inmensidad que Dios Alcanza, que aquí, en las bajuras intelectuales, nos traspasa a perdonados.

 

21,1: 0467

 

no hay boca más grande que la del espejo. [...], educa tu consciente, pues se atrapa.

 

21,1: 0471

 

ahuécate en el sentido Cristo hasta que no sea tuyo, sino de todos.

 

21,1: 0473

 

la profundidad verdadera sigue siendo cristalina. no la enturbies con tu deseo.

 

21,1: 0474-1

 

el alma no busca la manifestación del Silencio, debido a que fue creada para contenerse bajo el murmullo de la existencia.

 

21,1: 0474-2

 

la paciencia es la actitud que no frustra.

 

21,1: 0475

 

si te haces copia, ya no tendrás la aventura a definirte.

¡carajo, atiéndete desde ti mismo, porque todo conspira a diferenciarse a única vez sin estrenarse!

[...], ¡puñeta! se decía, tras entender la influencia que lo hacía en la adversidad afluencia de las pruebas.

 

21,1: 0592

 

[...], infaliblemente no se agota la pureza que revela la Estancia Cristo, porque ni se crece ni se merma, pues el Programa del Cálculo Asiste y Devela el Posible Siempre Sí en todas partes.

 

21,1: 0651

 

celo y trasparencias

—¿qué pintas?...

—el Amor-Afecto.

—¿qué recreas, a la pasión?...

—el amor, afecto al cristo en el Cristo.

[...], ocasionalmente se cruzan los obstáculos en todos los senderos a vivirse en donde el alma se concluye el tráfico hasta la Resurrección a la Vida infinita que confiesa el nexo bajo el profundo momento de lo eterno.

 

21,1: 0707

 

sale y no regresa el Testigo hasta cumplir con lo que no sabe.

por supuesto, siempre tiene que servir interesadamente todo el infinito desgaste de morir ausente.

 

21,1: 0769

 

[...], bien se percibe nuestra la franja hecha desde la Negación, y, en todo el devenir Cristo se manipula el rechazo y se corrigen reglas que contribuyen al peso cristos.

 

21,1: 0773

 

de gozo inmaculado se cubrió todo el lugar. a esto, Juan el Bautista sintió que vivía, en fuerzas grandes, lo humilde que se venía el Agua; Luz del Jordán.

 

21,1: 0824

 

en este Andar con las vidas que hacen deseo en tu Suerte de Hombre vivo detrás de la Muerte, vivo pleno con las muertes, y no tengo otra alegría más mía que quererte Cristo de los pescadores.

¡cómo nutre tu blancura conceptual a los cristos doctrinales!

¡cómo sabes a hojuelas con miel! ¡hipócritas, en parecidos cabe, y en desiguales a los aproximos sapienciales del Bien siempre enaltecido!

 

21,1: 0825

 

milagro de dios a Misterio de Dios en el Milagro, todo nos cabe, y todo nos desconcierta, de ahí que el ojo con que miramos vaga el ojo que mal se adiestra, con lo cual busca primero satisfacerse desde las demandas, luego en porfías de las ofertas del Pecado.

 

21,1: 1054

 

el dolor del Cuerpo flagelado tienta la Paz.

los cristos ensayos no obtienen más poder que el Cristo santo entregado a la Redención.

 

21,1: 1089

 

todo pasa, nada queda. y las acciones no arreglan, fuera de Dios, la canción atrevida ni las penas.

[...], el Núcleo Cristo y el Mensaje Radial, Dogma y Ritual de la Percepción Mística son Testigos Luces al apremio senderos de la Ocupación revelada.

 

21,1: 1141

 

yo me confieso en dios a con Dios, y no me entrego a criterios del Hombre esclavo de las necesidades que lo ciegan. así pues, mis pecados son caídas que ofenden la mía relación con dios, y no con Dios.

 

21,1: 1143

 

la consciencia trascendiendo en virtud de la Conciencia Cristo al Manto de lo Ilusorio predomina sobre las mutables formas de la Realidad en opulencias.

 

21,1: 1153

 

[...], esta obra no se expone fuera de la Fe hecha creencia. obligatoriamente, en todos los Rediles religiosos alcanza no ofender al Mayor Testigo que compulsa Sello a la Singularidad, puesto que, el cristo agencia Cristo entre la Paz y los hombres.

 

21,1: 1211

 

Mesías de la Ocultación.

no importa dónde vayas [...], te acoso en vidas mías.

 

21,1: 1215

 

Mesías de la Intranquilidad.

el Hijo del Hombre viene.

heme que lo espero aquí en débil y se sostiene tan pegadito a mi cruz, y no existe otra esperanza.

santo Cristo de la Angustia, de incienso la noche va [...], y Tú no tienes la culpa.

 

21,1: 1221

 

penumbra tanta. Sevilla en cirios brota. semana santa.

aún las flores al alba son bellas.

entre lunas de suspiros, Clavel de Gitana tiene, agua de guitarra y río.

 

21,1: 1222

 

pienso del Dios Alfarero, de azahar y maravillas, quiso recrearse Entero, brisa del Guadalquivir. y así se fundó Sevilla [...], luego se dejó morir Pena, ¡ay!, de saeteros.

en sentimiento sincero brilla la Luz, simetrías; palacios, jardín y cielos.

 

21,1: 1282

 

tres gritos al Popular.

—¡santo!

—¡santo!

—¡santo!

prosigo, pues sigue la nazarena hendidura mágica, húmeda y gris.

 

21,1: 1347

 

anda mi vida y cristo anda.

anda la pena porque nos habla.

anda la Saeta Madre, y dios la Esperanza.

todo anda [...]. y por Dios la Tardanza a lo Paciente que Cuida el Alma.

anda el Verbo de Pan, y la Hostia de Gracia.

anda el Cristo y los santos andan.

 

21,1: 1373

 

todo el tiempo rico y pobre, el Hijo de Dios, el Cristo a los abandonos.

 

21,1: 1384

 

tiemblo ir la senda de los saeteros... ¿qué nació primero, alegría o llanto?... dios del olivar cuando rezo y canto esta Andalucía de mis soledades.

 

21,1: 1388

 

en la fe del duelo gozo el camino cristos y el Milagro.

¿qué nació primero, alegría o llanto?... [...], todo firmamento necesita espacios.

 

21,1: 1405

 

¿hasta dónde Pastor de cielos, inseguro vibro tu pena sagrada, este frío?...

Padre Jesús Nazareno, te busco para matarme, y quiero de suerte mala, vestirme, y así Salvarte.

 

21,1: 1419

 

¡sólo Solo, solo cargas, ay, Tú sólo Solo, ¿por qué, Señor?!

¡sólo Tú nos dejas, ay, Tú Solo a no solos en la Salvación!

¡únicamente Solo, Tú solamente, ¿por qué?! ¡¡ay!! ¡ayayayay! ¡ay!

[...], el yunque bien se trabaja los clavos de tu silencio y suspira en la fragua qué dolor de cuerpo a dentro.

 

21,1: 1423

 

cunde el estar en tu centro de Cristo. a dolencia nos confirmamos espacios como descentros sobre el manto de luceros trasnochados en la noche bajo el tanto estremecimiento.

 

21,1: 1448

 

no puedes más. [...], el peso del madero sobrepasa al paso y la caída que encierra los sometimientos al sostén de lo obligado al suelo soportado en la carne estremecida a sin consuelo.

 

21,1: 1462

 

mirarlo como se arrastra Cielo de Perdón y Gracia.

 

21,1: 1481

 

es tanta la difamación, la maledicencia que hiere al Corazón coraje de los siglos.

es tan poco agraciado el Mal en el circunstancial donde se condena, por lo que sólo cabe la Misericordia de Dios en acompañamiento a dios.

¡oh, mi cristo tan herido ante tu Cristo, tan vencido y resuelto! es decir, del agravio te acercaste a todo el que del arrepentimiento te ayudase [...], ya no cabe otro afecto más atento que gloriarte vida que venciste muerte a la Muerte y nos regalaste a vida placentera para acertarnos cristos en la Vida.

 

21,1: 1505

 

quería, mi dios tan entregado, confortarte al consolarme.

en cada gota hiriente de tus ojos podías defenderme ante el Pecado y no desperdiciarme ante la Muerte. así que diste de confianza íntima la clara resonancia de buscarme en bases del Sentido a resucitado.


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