arena y misericordia

12 . 0000.

todas las palabras pueden irse. una vez idas, no volveremos, a no ser que el miedo sea esta leyenda guía de las ilusiones.

—

12 . 0001.

muge lo correctivo merecer la obra.

matan las penalidades siempre.

a ti, mi dios, de maneras reflexivas, expongo las puniciones arenosas más acusables.

[...], en torno al coso se dibuja un altamente grave existencialismo realista de pésima conciencia a verdugo y víctima.

—

12 . 0003.

mira el ojo a su muerte y encuentra su ombligo.

en alisios vientos roza el origen que lo dio a nacer vínculos acertados a secuencia del llanto.

en obligo a la emoción sálvate, pues de lo humillado solo sólo cabe el eco perseguido en la memoria de la tierra y la fuga estancia que el sudor adueña y el dolor acobarda resolver el alma en carne y yugo.

—

12 . 0004.

¿qué renace en la espera?... de cada rincón esconde el absurdo canto alejarse del nombre y de la fama y la afrenta.

¿qué resurge en el aguardo?... nada más que el abandono, pues por mucho que nosotros consintamos el Hacer lo supera.

—

12 . 0012.

toro de las fuentes.

la vida es el infortunio de lo eterno, y el toro muge fuerza legendaria hacia las leyendas y la libido analítica de la experiencia.

aquí se simboliza contenerse la parte íntegra desde la agudeza tridimensional del orden más evidente a lo valiente.

—

12 . 0013-1376.

como el toro, lo joven embiste a la inocencia, abrirse.

lejano y tiempo. los turnos de terroso conversan lapsos.

—

12 . 0014.

¿por qué se nos funde la alegría de tristeza?...

por si acaso sigamos en la luz de los astros.

¿será que no tememos otro andar más lejano?...

va con fe este espíritu de ilusión y amargo.

[...], no hay más viento que aire [...], el dolido instante en base de deseos.

¡qué almendro de pájaros se anida la primavera!

—

12 . 0015.

después de meditar sobre ‘quieres coco y comes caca’, adentré en los simbolismos del recinto que estudia el Toro bravo y audaz de las dehesas.

nada más absurdo asumí, cuando se originó la buena gana, por lo que de Toro pensé que los males con panes son menos males, tal como se confiesa en el credo taurino, donde dolencias compartidas hacen la fermentación calculable de la bosta y del milagro.

—

12 . 0016.

está lloviznando, y los pájaros anidan a refugio de alas.

[...], salpica el agua en el nido del árbol de la esperanza.

evidentemente, ‘perro meón busca charco a la ocasión’.

son muchos los que se confirman en clarificaciones de posesión a la verdad de sus cojones. y suelen defenderla con pifiar la devoción moralista que argumenta no sé qué sinfín de las mentiras profesionales.

—

12 . 0019.

qué aclarecida la vida en la Muerte. y la muerte en la vida. y la vida en la Vida.

siempre amanece, diariamente en el campo, la herencia del encanto en sentido invisible que marca el desafío de favores al beso.

—

12 . 0020.

a voz dolorida el alba amanece.

no hay más llamas que fuego [...], flama mordida de huella en la base de cielos.

[...], en el espejo amaneció de sol, luego, ido de sol despertó en sangriento acto.

se acertó pensamiento hasta morir el desengaño de toro.

la exactitud lidiada lo encerró burlado hasta alcanzar el rito sangriento y metafísico a la larga noche nostálgica que escarbó dar vicio y conciencia en la arena.

—

12 . 0024.

en cuadra de dormir, paja ilesa.

todo el río tiene historia, pero hay partes en las que se estanca.

en el concepto puro no hay lágrimas.

nada está resuelto si hay ganancia. aquí en las jodiendas no se esconde el producto a la venta, por lo que las moscas siguen revuelos a lo muerto.

—

12 . 0030.

babieca de España —grande—, todo cid... [...], cabalga.

floja y tonta de espada, la astucia juega su imperial sentido que adultera a uso ver estoque, aunada.

¿qué razón obtiene, la sinrazón, al alma?...

—

12 . 0036.

cautela de agua perfila el arroyo raíces mojadas.

¿qué dará el agua, ya que todo la bebe buscando el alma?...

eterismo.

[...], el aspecto formal a su temática revela la cotidiana metamorfosis donde el cielo no ralentiza conjeturas verosímiles, pues es desvelo invisible suponer primero y asegurar después.

ojo muerto.

—

12 . 0064.

en el bucle de agua cruza un pico de pájaro sus vuelos lejanos.

besana del cariño enyunta el aire, y mece espumelas de besos [...], el oculto ‘amor’ que lame azul distante al eco.

en lo voluble tienta la mariposa vuelos discordes entre las ubres.

el vuelo neutraliza a eco del trino.

—

12 . 0067.

más etérea y sutil, el agua del río, rizos de primaveras.

de la cañada espero, mientras la corriente sus pendientes lleva ir de pensamientos.

de bien, no la dejan por ser agua, secas, los que allá la abrevan.

¿qué avista el agua, que se da de todos, lo que no se sacian?...

—

12 . 0073.

busca el mochuelo tomar el cielo, suelo del charco.

porque bebe el ciervo a sin escolta, la gota de rocío se hace amapola.

la escopeta negra en la casa caza recelo de oficio en espera. [...], aquí te quiero ver pieza divina ante la dificultad que se origina verbos y palabras.

—

12-0074

no tiene arreglo, el espejo es espanto para beberlo.

—

12 . 0079.

la corriente ascendente de aire se divisa en la rapaz quieta.

el momento es suspiro agarrado a temor y tiniebla, a confianza y desaires.

aunque interpretativa el águila no descuida el ojo en las garras.

—

12 . 0081.

hay campo abierto al destete raza de lidia, terneros negros y pintos, y solípedos blancos.

ya es suya la gloria desgracia.

no obstante, la oportunidad usa del canto del grillo desvelar otras fuentes.

—

12 . 0082.

a buen argumento las libélulas alcanzan qué finitos de estrella.

el velo intacto se presta albos de vida, de muerte, de amor.

[...], tanta suerte detenida en odiar y matar, válgame dios sólo es ruina.

vivo y mortal, el torero de luces, a contramuerte. es visto que huye, ya que estremece consolarse en pena indolente, pues huellea lo inerme a pie de arena.

—

12 . 0092.

¿qué será de la mariposa que habita el sueño a sin flora?...

es ahora y siempre el vuelo de su presencia que se aflora, porque Dios la tiene.

no obstante, fuego que transmuta el instinto también conserva, tras la luz de la ausencia, los murmullos del agua, porque se sacia de toros el pedazo de cuajo del Corazón de España.

—

12 . 0112.

cuando corre el perro en la huida no tiene nombre.

perro que lame el recuerdo que lo tuvo entretenido no se afinca al diente que halla, encuentra, topa oficio.

después de marcar el tránsito, el perro sigue lejano.

—

12 . 0129.

en la onda va el vuelo y el pájaro [...]. en la onda el mimo del escarabajo.

bien se medica no del instante, sino de la reflexión.

[...], cuerpo estudiante, el alcance es primero, luego el fijarse.

—

12 . 0131.

desde el alcornoque el mirlo se observa el toro de qué horizonte cercano y sombra al sol que los calienta.

[...], el medio se presenta no más lejano que a espejos entretenidos y encandilados, y logra configurarse necesidades o penas entendidas y ausentadas al margen que consuela de virajes hasta la ausencia.

—

12 . 0132.

no evita el toro el sol que lo confronta a la duda y lo pezuña cuán vital a poca sombra.

en tal afinación el bufido es vuelo contenido y fuerza de mugido en abanicos al misterio que lo cierra múltiple y espera y milagro respondiendo.

—

12 . 0137.

tanto en la dehesa como en la arena el toro da esperanza y confianza de sí mismo.

no importa tanto si es de las confianzas o del espanto la historia que lo lleva primero recibido y luego echado.

—

12 . 0142.

sabemos que somos el ganado homo sapiens a lo humano. y lo humano de insolidario a lo vacuno, a lo ovino, a lo porcino, a lo caprino, a lo equino, y a lo etcétera de etcéteras de la vivencia. pues reza, a más actividades, a cuerpo de hechos a estructurarse en penas, el sinfín de lo testigo a esclavizarse.

—

12 . 0148.

después que el venado se sació de alimentos, le dimos el descanso y lo comimos. claro, a un día de arrimos en tal desarrimo para la injusticia que encatusamos al ente del mugido en aproximos.

—

12 . 149.

tras el día de hoy se oculta el mañana de la injusticia, pues tras la prisa se alienta la lenta influencia a la presencia.

el animal que no trabaja para el hombre perece, o parece que se esconde.

—

12 . 150.

ya se siente el resoplido, el bufido soplo a mesura de la destemplanza en el aire. ya se miente todo el ejemplo marcarse el linaje de sangres.

—

12 . 151.

el astado en la fuerza aumenta el fuerte testigo ante la ausencia.

no se inquietan las pruebas del portento a vida misma, ya que todo se mira no en la entrada, sino en la salida.

—

12 . 153.

en el pico del sueño desgastaba la oruga el ansia del pájaro.

pasaba un eco de niebla delante de un toro manso. ¡cuánta belleza llenaba a humedad del campo!

dejaba sentido al sueño, ya que posaba en cualquier parte.

—

12 . 154.

cuando el campo es lluvia, él, huella ahonda hondea ondas sin patrias [...], y la espera sueña.

cantos de distancia baraja el fado. todo el argumento es toro gastado a guitarra y faringe.

¡qué desesperanza el arrullo de agua en la garganta!

—

12 . 0156.

pasa plácida y larga a su ojo lejano, la llovizna en las zarzas.

paso húmedo el aire, la carne, los huesos y la sangre.

¿qué presiente el toro, ya que está sentido, y no tienta a nadie?...

—

12 . 0157.

después de la tormenta el buey trabaja, y el toro herbaja los modos.

llega a la charca sueño de peces, la onda que rompe todo a reveses.

—

12 . 0158.

ir arando, arando [...], que los campos del sol al alba son blandos.

cuando el eco se enalma del árbol va seco.

onda profunda da el mundo a nuevo.

balar de oveja abriga el llanto, lanar la queja.

onda versada descansa el cielo, agotamiento.

—

12 . 159.

pasa no lejana a la lumbre, sobre el riachuelo en los tajos, la costumbre del grito que sucumbe a noche.

que va amaneciendo más nido.

[...], ¡tira, tira!, que se abana el novio hasta el mediodía. ¡tira, tira!, que se escoge la novia la noche y el día.

12 . 0160.

golpea el aire abrir un remanso de espejismo a la sensación oscura. el monte enyunta de un abrazo irse. ¿cuánto grito desnuda el descanso del grito?...

paso en la loma. la cima se desnuda a sima profunda.

—

12 . 0168.

amapolas, el sol se enamora a bramido sin llanto.

¿qué gorjea el río, que espumela el frío gotas de gorrión?...

siempre es húmeda la sed, pues inclina beber la pasión.

por supuesto, la persistencia roba las dos orillas primeras del abrevadero y la tan oculta naturaleza estrella del movimiento.

—

12 . 0192.

¿qué tendrá la piedra, si al tirarla se forman los ecos del alma?...

al anochecer se siente que el cielo se arrima, y el campo adormece.

¿qué será del alma, si al dejarla se destruye la piedra y su mañana?...

de astas va el toro pinto y el verbo con sus palabras.

—

12 . 0193.

en los páramos, el sol se tiene flama, y el toro, fuego.

parece piedra carbonizada en el yermo. aunque escasea la razón que lo tiene aplomado de abundante eco, se caracteriza ambiguo al matorral que conspira asiento en aire del secano aliento.

—

12 . 0196.

estoy tomando en su temor ‘azulea romero en carne a sol’.

huele, y puedo alcanzar perdido en negro fondo de ojo el agua de desventura fresca, imagen rota, temblor soñoliento de otoños para ponientes vagos, y espero mediodía del embravecer.

todo es mentira, quimera, que la imagen espera qué milagro a la verdad no entendida.

—

12 . 0199.

en la charca más honda la luna se pinta redonda.

mugido al unísono. el huelleado se curva del eco de sombras.

a cinismo se arroja el cínife, el insecto díptero del viento.

al sinfín de luciérnagas las despinta penumbra.

—

12 . 0200.

parece que amanece... ya que el gallo canta y la luz florece.

en la huerta antigua se vislumbra el cultivo del hombre que madruga no posponer el remedio ni la cura. mientras tanto el torero duerme consentirse del sueño ensangrentado que aún lo afana perseguirse fama de gladiador y arrogancia.

—

12 . 0210.

el crepúsculo encierra el cerrojo de sombras que adolece adormecer los músculos del aire.

12 . 0211.

huele a bosta y orina, los temores rozados de quietud embobecida a rumiantes desgastes, sentido y abstracto lucero.

adorna la humedecida sintonía que arrastra avivar los contornos, amanecer que mueve todo el campo hecho.

—

12 . 0212.

hasta donde encamina animal con lo no pagado, apacigua en pitón de calma colina arriba, ladera abajo.

silueta de agua el río versa el último escape que suspira.

—

12 . 0215.

al mediodía puntal y peso, sol dividido a pezuña y campo, campo hendido y bostezo.

casmodia a mugidos abiertos, y lo vi a sueño en sus ojos.

a más retiro objetivo entre las piedras se frena y se afana el agua a la impaciencia.

—

12 . 0220.

en la tiniebla, espesa el morlaco, parece nadie.

zumbada de abeja la lumbre a la vela.

en franca naturaleza todo asunto alianza alcanzar el alimento que lo presa.

—

12 . 0225.

la vaca brama, y el toro muge sobre la loma y el mañana.

paca de paja come la vaca, y un toro sueña en las dehesas mustias del alma.

[...], la dehesa contiene confabulación, hazaña y gallardía del juego que se esgrime dotar el fondo pueril y de montaña.

versa el toro qué bravo ingenio ante el ingenuo giro que reposa sintetizar el agua en el sondaje más sangriento.

—

12 . 0242.

sobre caballo y vendido va el picador [...]. se enloma brotar deslomada la sangre.

el bravo ya no es tan bravo [...].

tengo este gozo abierto, de toro cornear con dios.

—

12 . 0248.

en el rejoneo, el caballo posa entre astucia y fuego.

de diestro a igual se acomoda el apego de maestro a desigual.

—

12 . 0257.

todo latido que emana en corazón, toro vítreo, va sentido de esperanzas.

mugido azul y venoso, antes de dar la sentencia. ¡ay, rojo fuego en el aire!

¡ayayayay, ecos de las simpatías cómo sangra en el camino, en la arena de la lidia, negro duelo de suspiros!

—

12 . 0258.

en río tinto, ¡qué opaco!, casi sin base [...], pero niebla de toro manso.

dehesa gris y mustia, suspirante, se muge campos de sangre.

ensombrece a la loma los suspiros cortantes; miedos que asolan.

—

12 . 279.

‘la suertes’ está echada.

[...], se derrama sabiendo que es la última corrida, lidia de beso frontal.

más afligidos los peros, vio en pases, y tuvo temple del firme berrido, y afila ir medido en voz [...], pálida suerte de valiente.

—

12 . 0283.

en el olvido puedo, al miedo, vencerlo.

y el toreo fallece [...], la vida burlada a su deseo.

esta mañana, dos gusanos indagan en la manzana.

¿qué tendrá el hallazgo, ya que enamora a seguir buscando?...

—

12 . 0319.

miedo me da, y no callo.

¡qué vil vergüenza asesina, presume de protectora del animal y culmina doble racista con toro!

—

12 . 0320.

boñiga se cría un resorte de moscas.

esa sangre de los cotos no tiene base ni haberes, salvo corrida de toros.

cuánta unión se ve en lo que ha dejado de tenerse en pie.

—

12 . 0323.

de estocada hasta la bola nos agradó de asesinos.

el toro adjuntó, unió las manos... ¡qué mal herido ha caído!

premio al orejas y rabo, al que engaña a sí mismo.

—

12 . 0324.

ha muerto el torero...

ahora pregunto ¿qué espera de cielo, en rojo estelar de fuego anular su miedo con sangre?...

me temo que ha de ponerse a llorar gladiador de nuevo.

—

12 . 0325.

desde la calle del alba, sobre un sinfín de valores, helo en la pena callado.

quien nunca se prostituye no conoce la ventaja.

—

12 . 0326.

si quieres que te confiese la razón cual peso lleva de acotar la voz del tiempo, recuerda que no conservo ir con gozo la conciencia, ¡matador!

—

12 . 0327.

todo dios que necesita saciar con duelos la muerte no dude que se estremezca racista y con malas suertes en toro de sus miradas.

[...], quien necesita otro ser para sentirse, ha de morir menos él, vergüenza para el camino.

—

12 . 0328.

la pena se ha ido... tengo que quererme con sentido.

consentida se fue la desgracia mensajera, y no aspiro despertarla.

¡que se marchó del abuso tristezas que expresaba!

—

12 . 0344

pasos en pases lo vi sereno.

ahora solo nos quedan los quedos sin queda, la ida y los miedos.

¡vamos, que mañana no será este instante!

—

12 . 0376.

no pasan las horas de los que murieron, peso a las ofensas que se defendieron.

—

12 . 0385.

¿qué muge albero en pezuñas a espada y capa?...

¿te ves llorando conmigo bufares a toros de España?...

[...], el deseo se asienta bajo el tino que no deja de pintar un alto y fino acto a la impresencia.

—

12 . 0389.

no hay arte al matar, sino asesino.

canario pinta en la jaula nuestra sutil desconfianza.

así lo preso sostiene de alas que lo levantan el gusto que da la muerte en las confianzas.

—

12 . 0408.

en el campo acotado toro aviene, sol gris de la fuente toro, más toro.

luna roja de siempre al alba puede dolor en todo, toro si muere.

en el campo acotado maldito y suerte.

—

12 . 0415-0416.

consentidos nos aclama un amotinado instante... un bufido. es el toro que desmiente en los sentidos.

libertad bebió del arroyo un día. en otro verde de campos cuán triste se va. y que no vuelva.

—

12 . 0443.

ha nacido en la cúspide de tu olvido, y el dolor del momento, toro fuerte, traicionero va conmigo, contigo, a sangre herida.

empezando su muriendo más consigo; corazón latiendo causa esta pausa. son los celos, el celo torero.

tauromaquia dañina, espera un poco.

—

12 . 0450.

por si vive amplio toro sentido, ¿qué busco y no persigo de meta pitón de fuegos, ir celos de soledades, vacío, si voy contigo?...

me llena esta ilusión, toro de olvidos.

—

12 . 451.

a la hora de morir en toro, buscaba a dios más andaluz que la piedra.

luego pensó, y diferente topó suspiros de ‘la suertes’ en los sosiegos del sol.

en esta orilla de calmas allanó amargo silencio, y enlazó a la pasión taurina; sin esperanzas, toro, volcar de Dios.

—

12 . 0457.

a temblar sin miedos, serenos en los ojos del toro.

estoy luchando conmigo.

me pregunto sin respuesta si el toro del olvido jugará con nosotros...

me voy sintiendo contigo.

quiero tener esta suavidad: suyo para siempre.

—

12 . 0458

¡quiera Dios que no persiga lo todo que tiene tiempos!

el matador, por justicia, busca de juicios severos a mi dios torero.

¡olé!, si lo sientes, llevas ruedo.

—

12 . 0459.

¡olé! ¿qué?... ¡olé-olé-olé! ¡olé-olé-olé, olé-olé-olé, y Olé!

[...], de ¡Olé! lo gozas dentro.

—

12 . 0460.

¿toro del hambre aceptado, lo distinto que añoramos?...

ve el que sabe lo que sé sobre sí mismo, conmigo, en su donarse completo.

—

12 . 0462.

toro del nombre rebelde, el amanse en las extinciones que se burlan las vidas hasta hamaquearlas suerte, propendida pendencia a siluetear de agonías al yugo de cuerno vaca en la llanada de arena mesera, desidia en balde.

—

12 . 0463.

continuamente aprobado no atenta contra la eterna visión del mortal hecho, pues confiesa estreno y consciencia del aire en las dehesas al mugido del toro fuerza de nadie.

toro sufrido de esperas, densa la lidia del llanto bajo el tedio de lo óbito, el anochecer de amamanto.

—

12 . 0464.

densa guitarra la pena que topa arte en el nombre del temple frío y valiente.

no hay alma más justa, que en toro ante ‘la suertes’ sangrante de lunas llenas.

—

12 . 0465.

borrascas, y no hay consuelo. estas otoñales escenas, chubascos.

estoy buscando en ‘amor, afecto’ cuando abrazan los por qué, y los porqués de amargo, y no sosiego de silencio en la paciencia cuerpo y alma de alma abierta.

—

12 . 0466.

esa paz que nunca veo, la tiento en cariño y tiene de guerra que ¡ay! no quiero, tardanza de espectador, y al mismo tiempo serena, por pena de penas hela en penas ver su alegría comprada en toro y torero.

—

12 . 0467.

pedí a Dios, como nombre, la otra verdad más exacta.

encuentro la sin respuesta, la amnesia que se agranda eco de espada en el toro..., sangre, sangre, sangre y...

en la charca de sangre se felicitan la injusticia y el hambre.

—

12 . 0468.

arte que palabra en arte de español a tez de toro, piel de ¡ay!, bañado verso, cara al sol y no morena ser espada coagulosa, pálido dios de las arenas, se tiene sin más reparo corazón, toro con dios, y no se libra en las penas.

—

12 . 0470.

creo que el cielo se adapta a la tierra como el mar, y el toro de las entrañas se pule cuando al llorar se topa cuerpos del alma.

—

12 . 0474.

desnudez de luna nueva; con oro irrumpió su pinta en luz de espuma.

el iris, plenitud indudable desde dentro e indudabbas desde fuera del momento. [...], especie bella ‘orejas y rabo, y vuelta al ruedo en el redondel’.

12 . 0479.

el torero se pinta todo el lienzo de arenas a pezuñas de toros, a colores de olés y esfinges discordes.

[...], no desplaza patrias el sueño que se persigue al sol que mata.

—

12 . 0500.

humillación o degradación, el hecho de la debilidad autoritaria ante un ser más fuerte.

el cornúpeta nace lunarmente a las dehesas del terruño, a cosos de orillado.

corre el disgusto llenar los salientes del gusto.

—

12 . 0501.

matar puede ser culto, pero es matar.

cantata del río que llora a piedra, hace del rezo a rezar. nuestro ego es un caballo azul.

12 . 0503.

no estamos para disfrutar de la aventura, sino del contenido.

la vida es tan severa, que jamás se repite..., y esa es nuestra inserta, embuste de introducción que incierta desventaja equiparable al detalle de la escena en diferencia.

tanta pureza, y henos tan sucios.

—

12 . 0505.

el toro tiene licencia para matar, sangrar la sangre torera.

[...], pulido cuerno se pudo liberar de un matador, pero no salvarse al sino más culpable y sanador de otros que van vendidos a espada de gladiador.

—

12 . 0509.

toro noble, ¿por qué vas?...

—me llevan a divertir esas gentes [...].

notas cómo están sedientas, y quieren sangre caliente.

[...], porque me matan, se anulan suertes de la misma suerte.

—

12 . 0524.

Linares vistió a Jaén en Manolete de capa.

¿cuántos tendrán que morir para anular la escarlata maldición de lo muerto?...

12 . 0525.

noche ésta, y larga. de Islero va el acerco dolido hacia el alba de las plurivalencias.

ten paciencia alma mía, ten libertad y confianza.

—

12 . 0526.

quiso el destino tragedias, y en Pozo Blanco perpetuas como el color de su tierra.

la banda tocó a mutismo, a discreción, a cautela, a recelo... Paquirri de blanco pozo, negro y puya ensangrentado.

—

12 . 0528.

la verónica del ruedo cogió el capote y las manos del gris pálido azulenco; sentencia sañosa y violeta invencible, sufre el poeta que enjuga a dolor sangriento.

maestro de capa y espada, sopló el viento, y toda España.

—

12 . 0535.

rojo y gualda, sin bandera, me hago suyo para siempre. cristo bien, Cristo en la Muerte.

—

12 . 0537.

dicen que son. importan los que de nombres son nombres, y que a todo nombre respetan.

he visto las bellezas. ya sólo puedo recrearme, bajo la falta, la treta.

—

12 . 0542.

muge de piedra. verso sin verso.

¿qué destila seco, y seca, qué mirada soplo de tiempo topado y desgana?...

—

12 . 0546.

tanta miseria a su paso. hijo de la encina se vio, y en su corazón vibró torear el toro del hombre.

por el apego a sus padres aprendió el vestir de luces, ráfagas que dona, y aire.

eco perfil con las muertes.

—

12 . 0552.

¿qué hago orilla del arroyo, toro corazón de niño?...

pezuña topo en las arenas, mugidos de Saetero, Cristo que nos dio terreno para el carmín de la cruz bajo sistemas del fuego.

12 . 0553.

[...]; y este coto circular que pleitea en sus instintos, y berrea dando miedo de acuses por despertar la cuenta del autoengaño.

12 . 0559.

¡corra quien, por san Fermín, si no sabe ver de encierros los peligros del festín!

—

12 . 0575.

cetrino de orilla sigo, directo en rojo llameante.

de fondo más desnudo, ¡qué macho peleón se bebe anhelo y locura, corazón desolado!

—

12 . 0579.

esta mañana la siento mugirse en fuerzas. el sol de las entrañas lidia ver una siniestra mueca con ventajas.

esta tarde la tiento ir donante en la sumisa voz del toro hostigado, en el va del ir de sangres derramadas.

—

12 . 0585.

este sol de todos, esfinge, y no finjo ser sincero cuando topo de muralla este afecto que brota en celos.

en tales fuerzas milenarias, ¿no me quiero?...

es mentira, todo mi ser se entrega a todo el florecer que lo embellece y aboba.

12 . 0586.

que sí... nunca es bastante para la razón, las causas.

equilibro ver la espada cuando de interno me divido a los afectos taurinos.

surge monólogo el alma, sangrada de misterios.

—

12 . 0622.

allá en el borroso sentido de tiempos, fue grande de oídas y alma de cuerpos.

funámbula torpeza lo asesino crece a lo fingido.

—

12 . 0650.

no hay más patria que el cielo, toda otra gloria es engaño.

¡vaya camelo el torero que necesita el aplauso de ser valiente y sereno!

en toda condescendencia se averigua la franca prudencia agradecida junto a la paciencia vidas del paso a la impermanencia.

—

12 . 0666.

construye el odio amarrar los huevos del diablo con el Diablo. y al someter al ídolo al Ídolo se hace qué fastidio.

nada más triste se contempla que el torero abusando y disfrutando de la infinita masturbación de la afrenta.

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12 . 0667.

después de mentarse en famas de matador, se quiso marsupio de la asistencia qué alrededor. [...], no termina la gana comiendo de la estima, sino fingiéndose de la rima a lo que arrime.

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12 . 1132.

el pájaro [...], el golpe en la piedra, y el guijarro en el cielo.

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12 . 1168-1169.

cuánta seguridad jodidamente se reafirma en el abuso.

que salga el toro por la puerta grande, parece la opción.

no obstante, que quede liberado de confrontarse a cualquier puerta acude ser el importe justo a la bendición.

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12-1170

en la arena del coso se puede oler la sangre y el miedo y la fuerza abandonada que rodó la muerte.

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12-1172-1176-1184

para el abrevadero, lo mismo son moscas que perros.

se cortó la coleta [...], y ahora ha vuelto a los ruedos. el problema lo llama; toro a los cuernos.

el torero se ha ido [...]. ¡válgame en dios, qué silencio!

12 . 1241.

la anti-tauromaquia no acabará con el toro bravo. ciertamente. ni la tauromaquia lo contendrá. es el toro, único y exclusivo en atender tal hazaña. todo lo demás son patrañas inquisidoras de los intereses insanos que albergan manipular el poderío y la bravura bajo las artes de qué apología soportada exclusivamente en posteridad de la violencia.

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12 . 1258.

ante la moral sensible del cristianismo puro era de suponer que el toro gladiador romano se perdonara y se cambiara su destino. lo que parece extraño fue y es que el toro bravo se sostuviera en compensación de tal fiereza.

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12 . 1310.

se rebela el toro de lidia porque es animal de nobleza en toro.

el portador de la espada no se apoya del caballo, sino del mártir que lo arrastran las mulillas del ruedo.

en el coso la ligación hace refugio anillado y la entrega grande que remueve los escrúpulos del albero sin corazón.

cómo se evidencia una lejanía cobarde en las gradas.

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12 . 1312.

seca hoja de centeno la mariposa del ojo vuela.

el secano mugido plantea bufido de verano.

bajo el retiro otoñal el resoplido se obtiene el alma, y el sentido.

aporta caída grave la hoja afilada de la muerte. ocasiona el torero lucirse del engaño que lo viste.

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12 . 1318.

arena y misericordia no es disculpas, sino la exigencia.

en el ruedo existencial se ensaya qué culto añejo y alma de piedra y pezuña, de fango y sol que atenazan sangrar el ánimo.

en la orilla húmeda del charco abreva un jilguero agua y cielo.

el Toro de España es todo hecho en atlas y refugios al Alma.

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12 . 1403.

el tema es toro. no hay que olvidarlo al alba, porque está solo.

ulula el búho sobre la rama seca, y el toro quieto.

recoge moscas el telar de la araña sin hacer vuelos.

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12 . 1438.

son fantasmas solamente lo que el odio cultiva entre los espectrales combatientes.

[...], la bravura es mansa y casta en el campo de yerbajos al cultivo cebadero y fuerza entre la tierra virgen y el asalto en piedra que divisa olivo y algarrobo y encina y roble, donde el cielo pasta la vena roja y ebria de la costumbre.

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17 . 1513.

vuelve. que no te vayas más cerca ni menos lejos.

[...], sólo se está si se quiere el solo en sí, y no se halla.

de la realidad se espera poco a contemplarse fuera [de la práctica ente] y todo a mirase dentro [de la intuición del ser].

el esencialismo determina no alejar el sueño de la esencia, lo que a esencia misma da densidad sutil de la existencia.

vuelve. puesto que el arrimo no altera su ritmo.

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21 . 1537.

¿sabes por qué en Toro va la voz primera, y ante el Sol se allana verse en primaveras... y hasta dónde oculta con razón y esperas, que no temo y tengo otra Voz sin serla?...

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21 . 1538.

con capa de olés y espada, las lunas del Cristo se amagan de toros...

la Noche nos Guía de esta soledad.

en las otras clausuras del Destino no existe agenciarnos del remedio que consulta asumirse de la aurora en base a los aislamientos.

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21 . 2464.

este momento de encuentros sube a las profundas cuencas de los rezos. son los rosarios malditos sangrando los besos de la inocencia inmadura.

[...], después de la Pena es el Instante Sereno en donde Dios, de dios, otro empieza este amor de cualidades, tropiezo; momento de encuentros rayados que sustentan cubiertas irreversibles a las sombras de la Luz dada hacia los progresos.

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arena y misericordia